lunes, 4 de agosto de 2008

La disco chilenera


Presentan serie documental con los pura sangre de la Cueca Brava.


La productora Ganso Cojo registra el olor del ritual que se reproduce en Santiago y Valparaíso. Se aprecia la carne al hombro en los mataderos y la rayuela fugitiva en la población Los Nogales. Son las historias de 16 grupos en 12 capítulos que serán emitidos por la señal internacional de TVN y por la Cineteca. Es cueca y calle de espaldas al poder, reproduciéndose en libertad.

El ganso cojo vive en una callejuela que nace en calle Exposición, frente al murallón oriente de la Estación Central. Desde unas jaulas, pollos y conejos apretujados escrutan a un vagabundo.
Huele a fruto seco, orina, pipeño, salmón ahumado, caca y piel de cabrito.
El ganso cojo toma agua desde un recipiente plástico. Los conejos y los pollos miran su libertad con envidia y él parece feliz en su desnivel.
La productora Ganso Cojo tomó el nombre del ave callejera para poner en escena la serie documental "La cueca es brava": 12 capítulos que narran las historias de 16 grupos representantes de la Cueca Brava de Santiago y Valparaíso.
Se trata de un año de grabación, 280 horas de material, 4.200 kilómetros recorridos, 80 litros de vino y miles de chunchules engullidos para conseguir las mejores imágenes de la escena que se vive en Franklin, la Vega o Estación Central, como reproducción genética de una fiesta que, de espaldas a la elite, se remonta a las chinganas de los orígenes de la República.
"La cueca es brava" es una road movie que pasa por lugares sacados de otro tiempo, como el club de rayuela de la población Los Nogales, boliche donde tocaba el legendario Nano Núñez, mezcla de cantina, gradas y viejos chichas con cara de guante, que miran con desconfianza al afuerino.
La serie -se presenta este miércoles a las 19 horas en el Galpón Víctor Jara, en agosto será emitida por la señal internacional de TVN y en septiembre en la Cineteca- penetra en la intimidad de ese mundo y registra las ceremonias de los artistas antes de subir al escenario, su sobrevivencia económica recorriendo mataderos, ferias, picadas urbanas; registra el fervor de la actuación, el desafío sexual que carga de energía erótica el baile, el maquillaje coqueto de las cuequeras y el nudo firme de la corbata roja sobre la camisa negra del músico.

NO AL ESQUINAZO

Claudio Martínez (montajista), Carlos Saravia (camarógrafo y director de fotografía), Luis Parra (director y productor) y Juan Saravia (asistente de dirección) dan a conocer la realidad actual de la movida quebrando el espacio reservado a la cueca-folrclore-decorativa que tiñe la televisión en Fiestas Patrias.
"La cueca es brava" es el desquite del equipo contra la tiranía del espacio y tiempo de programas tipo "La cultura entretenida". Ganso Cojo rehúye la mirada dieciochera con olor a militar e imposición escolar de septiembre, conoce los códigos de la calle y los utiliza para pasar piola en el retrato de unos zapatos que machacan suelos durante todo el año.
"Fue un honor conocer al grupo de 16 cuequeros", dice el director, entre los que están Los Truqueros, Abarcoa, Daniel Muñoz y 3x7 21, Las Torcazas, Las Niñas, Los Paleteados del Puerto o Los Chinganeros. "Se nos abrieron puertas nunca exploradas con cámara", dice Carlos Saravia, y se agradece. Los capítulos duran una hora y viajan a las entrañas del saber popular vernáculo.
Es una lástima que sólo los chilenos que viven en el exterior lo puedan ver. Aunque "La cueca es brava" se mueva en circuitos como la Cineteca o a través de DVD, el público masivo, que es atontado con "Rojo" a diario, podría tener al menos la posibilidad de conocer el restaurante El Colchaguino, la Zona de Cuecas de Luis Fuentes en Av. Matta o los mejores porotos a $ 800 de la antigua Chimba.
"Si no lo compra ningún canal vamos a buscar medios alternativos para darlo a conocer. Es injusto que esto se dé pa’ fuera no más o por internet a las cuatro de la mañana", dice el equipo a pasos del ganso cojo, que camina feliz en su desnivel mirando con dignidad a los pollos enjaulados.

Rodrigo Quiroz Castro
La Nación Domingo
Domingo 15 de junio de 2008