lunes, 10 de noviembre de 2008

El Baucha. Luis Araneda, fundador de los Chileneros, cuequero mítico (2ª parte).

RUEDAS
En ese ambiente se daban las ruedas de cantores, competencias de cueca...
-Sí, se juntaban en ruedas, eran de viejos. En los conventillos, mujeres, hombres, pedían un chuico de vino y se ponían a tomar, se ponían a cantar. Un causeo de cebolla, de serdina, de salmón, con una güeá grande comían todos. Cuál de todos con una bufanda, un pañuelo de seda al cuello blanco, cuando no eran medios aniñados, llegaban con un clavel en la oreja. Yo a los 13 años conocí todas las casas de putas de Santiago cantando. Pero no por cagao, andaba con amigos. Porque cantaba bien y los güeones de plata me llevaban a cantar, pero estos güeones de ahora se ponen a hablar güeas que no han existido.
¿Qué hay con eso de que por la cueca corría sangre?
-Peleaban poh, sí, peleaban. Habían muchos insultos en la cueca, después que terminaban de cantar y si les parecía mal salían a pelear a tajos los culiaos.
Porque las cuecas no se cantaban como ahora, que todo tiene que pegal. Nada, antes se cantaban pedazos de cueca.
Pedazos de cueca, ¿cómo es eso?
-¡¡Pedazo, poh!! (grita enérgico, como diciendo: no me pregunte huevadas). Se cantaba la mitad de una cueca, el otro pescaba otro verso y terminaban echándose tallas en la huevá y ahí salían las peleas a tajos. Claro, era re jodio. Mire, si las cuecas se comenzaron a cantar completas no hace ni veninticinco años. Hoy día no, poh, usted saca una cueca y tiene que pegar todo, se cantan enteras...
Y esa cueca que se cantaba ahí, en esas ruedas donde se peleaba ¿era la cueca brava?
-Noooo, en ese tiempo no había cueca brava, nooooooo, cueca no más. Cueca, era cueca (enojado). Si este viejo -y apunta con la boca el retrato del Nano Nuñez y se frena, como aguantando el adjetivo- no halló qué ponerle a la cueca y le puso cueca brava. Si él es el que le puso esa güeá. Si esa güeá de la cueca brava no ha existido nunca. Él, él -y vuelve a apuntar, acusador, a Nano Nuñez- no hallaba qué hacer y le puso así a esa güeá.
¿Por qué el Nano le puso cueca brava?
-Puta, cosa de él; vaya a preguntarle al cementerio, no ve que me está preguntando güeás que no tienen na que ver...¿Qué tengo que saber por que le puso cueca brava a la güeá? Cuando cantábamos nosotros no existía esa güeá. El viejo le puso a esa güeá de cueca brava, porque se creía choro, pero no fue nunca ni una güeá. Si ese güeón era pintor de micro.
¿Cómo se conocieron con el Nano Nuñez?
-Ese güeón era pintor de micros, no era cantor, no le dije. Yo era el que cantaba bien. Pero el viejo era maldadoso, cuando el conjunto ya estaba bien constituido y ganábamos una estuatuilla, el viejo se la llevaba para la casa.
¿Por qué se distanciaron?
-Una vez le pegó a un compañero mío. Era cachetón y los gueones cachetones a mí no me gustan. Entonces yo le dije: no grabo más con vos, lo mandé a la chucha y no le hablé en veinte años y se acabó la güeá. Si era un conchesumadre, no po que esté ahí en la pared muerto el culiao no voy a hablar. Envidioso, cabrón, las quería todas pa él, las tenía todas.
¿Usted era el bueno para el canto...?
-Yo con el Perico, los dos éramos los cracks... Él se metió con otro grupo a enseñar lo que era la cueca brava y la güeá. Era un güeón de mierda.
¿Qué hay con la vestimenta, con el pañuelo de seda al cuello y esas cosas?
-Esas güeás son de los antiguos, no de los güeones de hoy día. Esa güeá del pañuelo la hablaba el Nano y los cabros engrupidos se ponen el pañuelo al cuello. Él les enseñaba eso a los güeones. Si el viejo les hubiera dicho: 'canten cueca con un palo metido en la raja', se habrían metido un palo en la raja y cantado. Claro, poh, les decía "hay que ponerse pañuelo de seda y la güeá" y todos los güeones lo hacían. Yo sé mucho más que ese culiado. Ese güeón del Nano no servía ni pa lustrarme los zapatos. Yo soy cantor, poh. Todos los güeones hoy hacen lo que enseñaba el Nano y él nunca fue un gran cantor. En todos los discos que tenemos, él no suena en ninguna parte.
El Nano decía que La Consentida era una cueca mal hecha, que no respetaba la métrica.
-Mire, pa eso vaya a preguntarle a ese güeón que está muerto. Ése es crítico, yo no critico ni una güeá, amigo. Si estaba mal hecha pa' qué chucha la grabaron entonces. Los culpables son los sellos, pa qué voy a criticar al que hizo la cueca. Él hizo una cueca y se la aceptaron y después que la grabaron vienen a hacerle problema. ¿Quién le contó eso de La Consentida?
Lo leí por ahí, lo dijo Nano Núñez
-Aaaah, ¿no ve, poh? Usted está aprendiendo puras güeás de ese viejo culiao mentiroso, iñor.
Bueno, por eso lo vine a entrevistar a usted...
-Mire, a ese hombre que está muerto usted le tocaba una cueca bonita, encachá, bien hecha, de e esas que no tienen ná que hacerle y el güeón se la encontraba mala. Una vez no le aguanté. Le dije esta cueca es mía y voy a grabarla y cuando me dijo "no", le dije "grábala vos, poh, conchetumare... y la grabé la weá". La consentida se sacó el primer premio y el Nano dijo que estaba mala, viejo ignorante y la conchesumare, hallaba todo malo. Un día hasta me dijo que las cuecas de Efraín Navarro eran malas. El negro (Navarro) tocaba la guitarra más lindo que la chucha. Yo trabajé años con él. Era medio aindiado, era güen compositor, era un güeón grande. A él un día le halló una cueca mala. El Nano estaba enfermo y todos le decían don Nano y la güeá y lo agrandaron. Si él hubiera estado aquí no le habría dado la entrevista, le hubiese tenido que pagar 100 ó 200 lucas.
¿Oiga y qué opina de que a los jóvenes les guste la cueca?
-Es bonito, si a los cabros ricachones pa allá arriba les encanta. Yo he ido a cantarle a mucha gente, a los gringos. Los gringos se ponen la güeá de chaleca en la cintura y comienzan a saltar, parecen indios los güeones, pero les gusta la cueca.

Por Joaquín Riveros · Fotos: Alejandro Olivares
The Clinic
Jueves 11 de Septiembre de 2008 · Año 9 · Nº 259